"En el principio Dios hizo los cielos y la tierra. La tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas cubrían el abismo. Pero el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de estas aguas, y dijo, "que luz brille de las tinieblas." Y brilló luz."- Génesis 1:1-3
¿Te has dado cuenta de que los primeros tres versículos de la Bíblia demuestran un hombre vacío que esté llenado con la Luz de Cristo? Mira a los versículos de nuevo, pero coloquemos "hombre" en lugar de "cielo" y "tierra," y "Jesús" en lugar de "luz."
"En el principio Dios hizo un hombre. El hombre estaba desordenado y vacío, las tinieblas cubrían su alma, el abismo. Pero el Espíritu de Dios se movía sobre estas tinieblas, y dijo, "que Jesús brille de estas tinieblas." Y brilló Jesús."
Génesis 1:1-3 demuestra el evento más milagroso en la historia del tiempo.
Dios agarra a la tierra, estando cubierta de agua, retorcida y vacía, y deja brillar la claridad.
Así:
Dios agarra al hombre, estando cubierto de pecado, mísero y nulo, y dejar brillar a Cristo.
Ve Capítulo 1: Light, The Gospel in Genesis
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